Estimado
director:
Como
alumno de 4º de la ESO, quiero transmitir a través de esta carta un mensaje de
protesta con el que nos solidarizamos muchos adolescentes en estas fechas navideñas,
en las que más que nunca necesitamos tener una esperanza de un mundo mejor, más
solidario y en el que el trabajo de nuestros padres parece ser un regalo caído
del cielo. Me gustaría que los gobiernos se dieran cuenta de las necesidades
que muchas familias en estas fechas se encuentran pasando y viviendo, y que nos
dejáramos de jugar a ganar en las elecciones y procurásemos, en cambio, buscar
soluciones reales y duraderas al problema del paro y corrupción que nos rodea y
agobia por todas partes.
La
voz de un niño no se escucha hasta que se hace adulto, pero quizás no tengamos
tanto tiempo, ya que para entonces quizás sea demasiado tarde la posibilidad de
arreglar la difícil situación en la que nos encontramos. Yo me pregunto ¿qué
puedo estudiar que me permita encontrar un trabajo el día de mañana? También me
pregunto ¿qué están haciendo los responsables para que los niños de hoy tengan
un futuro mañana? Veo la actualidad y las noticias nos transmiten cómo la
sociedad retrocede hacia peores condiciones de vida: sociales, laborales,
económicas y en definitiva hacia un estado de empeoramiento total en vez de
buscar el bienestar social en general.
Avanzamos
en tecnología, retrocedemos en crear un futuro de esperanza, porque muchos ni
siquiera tenemos esperanza de un futuro mejor. Todos somos responsables de
crear un mundo mejor, pero la pobreza de mente, la falta de ética y moral cada
vez más descarada, es la que especialmente nos ha convertido en una sociedad
pobre, sin ilusiones, sin futuro, totalmente indefensa para reaccionar ante
tanto desastre.Veo en los gobernantes, que son unos egoístas y que solo
piensan en ganar las elecciones. Pienso que lo importante no es ganar, como
siempre nos decían, sino aportar buenas y justas soluciones a los problemas de
hoy en día.
La
corrupción de la que cada vez más, los que pueden se aprovechan, sea en forma de quedarse con dinero ajeno o
sea en forma de engañar a los votantes y dejar el país y a sus gentes
arruinadas, es la vergüenza y la herida más sangrante de nuestra sociedad, de
la que no nos recuperaremos mientras la justicia no sea ejemplarizante con
ellos, haciéndoles pagar económicamente y con cárcel por todo lo que se han
llevado.
Por último, gracias
señor director por escuchar el pensamiento y la voz de un adolescente encerrado en una sociedad que sufre los efectos de la crisis económica,
provocada por la mala gestión de los que nos gobiernan.
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