lunes, 8 de junio de 2015

La generación ‘’nini’’:



Es una generación que denominan ‘’perdida’’. Esto es así porque se trata de jóvenes entre 16 a 25 años, aproximadamente, que presentan especiales dificultades a la hora de estudiar y /o trabajar. Como podemos observar estos dos últimos aspectos son fundamentales en la vida de una persona.

Algunos de estos sujetos forman parte de un colectivo de jóvenes con escasa motivación hacia el estudio, ya que no les ofrece un pasaporte directo  hacia el mercado laboral. Al mismo tiempo, se encuentran en un círculo vicioso ya que si estas personas se hallan poco cualificadas, difícilmente tendrán mejores posibilidades de acceso al trabajo que aquellos que actualmente estudian o han estudiado algún tipo de educación, ya sea reglada u ocupacional.

Otros constituyen un grupo de jóvenes que poseyendo formación y/o experiencia, por circunstancias de la crisis que inciden directamente en las perspectivas de empleo, no pueden o tienen bastantes trabas a la hora de conseguir un puesto laboral.

Luego está el grupo mixto en que habiéndose formado y cualificado sobradamente tanto en el campo de la formación profesional como en el de las carreras universitarias se encuentran sobradamente preparados para un mercado que no puede ofrecerles una ocupación acorde con su bagaje educativo y ni tan siquiera les permite acceder a otros puestos de menor cualificación, porque la ley de la oferta y la demanda está en crisis.

Las preguntas yace en el aire: ¿qué deben y pueden hacer nuestros jóvenes hoy en día para tener más opciones? ¿deben formarse en una variada gama de sectores para tener una diversidad de posibilidades? ¿deben completar sus estudios hasta el nivel máximo de formación posible aunque no se lo reconozca salarialmente el mercado de trabajo (jóvenes sobradamente preparados que no encuentran empleo)? ¿deben optar por la formación profesional y otra formación complementaria que les prepare más directamente para el puesto a desempeñar en un futuro o son viables las carreras y masters universitarios? ¿ se debe seguir estudiando aunque la sociedad tenga altas tasas de desempleo? ¿deben nuestros jóvenes prepararse mentalmente para una vez acabados sus estudios emigrar al extranjero como única opción para poder trabajar? ¿el mercado ofrece mejores previsiones para aquellos que abandonan sus estudios o para los que los continúan, para los que se inician tempranamente en el mercado laboral o para los que lo retardan para estar mejor cualificados? ¿qué futuro les espera a los jóvenes y a la sociedad si el mercado de trabajo no motiva el estudio y si habiendo estudiado no permiten acceder al empleo?

Hay muchos jóvenes, como decíamos antes, que no quieren ante estos interrogantes estudiar o proseguir sus estudios iniciados. Por ello, los abandonan o ni siquiera se lo plantean ¿debemos culparles o culparnos todos? Estos son los desmotivados per se o por la sociedad.

Otro grupo seria el constituido por los que tampoco quieren trabajar, ya sea porque desde su círculo familiar tienen resuelta su situación socioeconómica por el momento o bien porque perciben que no tendrán éxito en la búsqueda de empleo por lo difícil que está y ni siquiera lo intentan o habiéndolo intentado sus situaciones de fracaso han sido desmoralizantes hasta invadirles el abandono como mejor opción.

Luego están aquellos a quienes la sociedad les ha generado una situación de indefensión muy grande. Están muy bien preparados, pero el mercado laboral no puede acogerlos y darles su oportunidad. Éstos se plantean bien continuar estudios, ampliar sus conocimientos en el país para casi siempre, al final, decantarse por buscar una salida profesional en el extranjero.

La generación ‘nini’ ni se lo esperaban ellos mismos ni lo esperábamos nosotros el llegar a verlo. Ni podemos plantearnos juzgar, ni buscar culpables. La sociedad en su conjunto o como colectivo prioritario debe dar soluciones para que ni continúe este problema ni repercuta en otras generaciones, tanto la venideras como las que actualmente sobrellevan este problema.